martes, 28 de abril de 2009

SOSTENIBILIDAD: UN CONCEPTO UNIVERSAL

Artículo escrito para la revista "El Son del Cántaro" del IES María Bellido.

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¿Es correcto escribir un artículo cuya palabra principal del título no exista en el diccionario? La  palabra “sostenibilidad” aún no aparece en el Diccionario de la Lengua Española. En su próxima edición, la vigésima tercera, nos van a adelantar el término: “sostenible”.


Como siempre, el progreso humano va un paso por delante de la aceptación del mismo por parte de la sociedad.


Aunque todos tengamos una idea más o menos clara de lo que significa este concepto, como no está en el diccionario, es difícil decantarse por una definición. Por esto, por ahora, y por su sencillez, tomo la orientación que nos ofrece Wikipedia: equilibrio de una especie con los recursos de su entorno.


El Hombre es la única especie conocida que no se ha adaptado al medio, por el contrario, lo que ha hecho en su evolución ha sido adaptar el medio a sí mismo, hasta hoy a cualquier precio medioambiental. Tengamos en cuenta que en el mundo global en el que hoy habitamos, el entorno ya no es sólo el cercano sino todo el planeta.


Las sociedades avanzadas han necesitado seis millones de años para acuñar el concepto del que hablamos, toda la evolución humana hasta el momento para darse cuenta de lo que las sociedades tribales saben desde el principio. Y son los individuos de estas tribus los que más se han adaptado al medio y no al contrario.


¿Significa esto que la Humanidad debe renunciar al Progreso? Dejaríamos de ser Humanos si lo hiciéramos. La respuesta a esta pregunta la da la primera palabra de nuestra sencilla definición: “equilibrio”.


No quiero terminar estas pinceladas de buenas intenciones sin justificar la segunda parte del título. ¿Cómo se le puede dar a un concepto que no existe en el diccionario el carácter de Universal? “Sostenibilidad” no es aplicable sólo al medio ambiente, los recursos o la economía. Puede ser que la Humanidad, al excavar entre las primeras ruinas, haya encontrado un concepto mágico que sirve para todo:


La verdad es sostenible. Y también la paz y la amistad. La igualdad es sostenible y no el rencor. Podemos hacer un largo listado de las palabras que expresan valores que se pueden sostener en el tiempo dando como fruto una sociedad mejor y duradera, siempre que desterremos sus antónimos.


El Hombre como especie es un ser creativo. Y ha llegado al punto actual de progreso gracias al don de la innovación. No tenemos tiempo para demorar el conocimiento de que la única innovación sostenible en el tiempo es la capacidad de aprender más rápido de lo que se difunde el efecto nocivo de algunos de nuestros inventos.


Si quieres saber más puedes comenzar por:


http://www.sostenibilidadaldiccionario.com/

http://www.rae.es

http://portalsostenibilidad.upc.edu/


Puedes continuar buscando en Wikipedia:


- Sostenibilidad.

- Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible.

- Protocolo de Kioto.


A partir de aquí: innova, crea. Pero de forma sostenible.


martes, 21 de abril de 2009

EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA

De repente miras a alguien.

Alguien te mira a ti.

Y ocurre algo extraño. Ambos pensáis:
"¿nos conocemos?"

Eso ya da igual: realmente es como si os conocierais.

A partir de ahí es fácil. El camino ya estaba andado antes del encuentro.

Los psicólogos dicen que es simplemente empatía.
Los psiquiatras mantienen que es un fallo del cerebro, que se cree que ese momento o esa persona ya los ha vivido.
Los religiosos: designios de Dios.
Los deterministas piensan que es el destino.
Los budistas se reconocen de reencanaciones pasadas.

Todos no pueden llevar la razón.

Podría existir otra razón más sencilla que todo eso: la materia.

Conocemos una pequeña parcela del Universo. Y a todo lo que tocamos o vemos cerca o muy, muy lejos, lo llamamos materia. Bueno, ahora ya se ha descubierto la antimateria, pero hoy no vamos a entrar por ahí. La mayor parte del Universo está compuesta por la materia oscura. No sabemos lo que allí hay. Pero sí sabemos que lo que allí habita es tan poderoso que no deja escapar ni tan siquiera el más leve rayo de luz.

Y con esta idea de “dejar escapar” ya hemos llegado al concepto de las fuerzas más abundantes y desconocidas del Universo: las fuerzas de atracción y las fuerzas de repulsión. Todo lo que nos rodea incluyéndonos a nosotros mismos, se atrae, se repele o se mantiene en un fino equilibrio entre las fuerzas de atracción y las de repulsión. Y esto se aplica al átomo, las moléculas, los objetos, los cuerpos, las grandes masas, los planetas, estrellas, sistemas, galaxias, etc… Vamos que esto no es algo nuevo y ni mucho menos lo estoy descubriendo yo. Dejemos por ahora esta idea, para retomarla después.

El futuro se crea a cada instante. Es un proceso creativo. El instante que viene y una parte o toda la materia que lo compone no existe y se crea. Se crea siguiendo unas leyes creativas. Estas leyes creativas son una especie de leyes científicas (para entendernos), pero que en vez de ser cuantitativas, como estamos acostumbrados en la física y en las matemáticas, son cualitativas y relativamente caprichosas: claro está: si es que son creativas. Y las llamo científicas puesto que partiendo de bases diferentes suelen dar como resultado productos parecidos. Como cuando un músico usa la técnica del transporte para tocar una pieza usando diferentes escalas en cada caso, pero reconociéndose al final una sola melodía.

Esas leyes creativas fabrican la materia tomando como base todo aquello que tienen guardado en la materia oscura. Y cogen una pincelada de aquí, otra de allí y crean en el caso que nos ocupa, por ejemplo: una persona. Sí, luego a eso los científicos lo llaman: concepción en base a la fusión de las cadenas de material genético y fusión de dos ADN distintos, para dar un genoma de seis mil millones de pares de bases de cromosomas. Que sí, que eso es cierto, pero el proceso creativo al que yo me refiero es por ejemplo la caprichosa explosión de color que se da en esa fusión.

Pero a lo que íbamos desde el principio. A veces, te encuentras una persona en la que reconoces tu materia y ella la suya en ti. El proceso creativo en sus pinceladas para cada uno, ha usado materia de la misma porción, como el pintor que usa el mismo color de una paleta repleta de ellos, para hacer formas en diferentes partes del lienzo. Y aunque se ha mezclado con otras porciones de materia más pequeñas, la materia se reconoce. Para ella no existe el tiempo, eso lo hemos inventado nosotros.

Resumiendo todo esto, las materias se reconocen entre sí, también aquellas que en la materia oscura no se pueden ni ver (nunca mejor dicho). Por eso te encuentras personas con las que las fuerzas de atracción son fuertes. Otras con las que las fuertes son las de repulsión. Y dejando la visceralidad a un lado y ateniéndose a la razón, a veces se hace un gran esfuerzo por mantener con otras un fino equilibrio.

Tengo muy claro cuáles son las fuerzas que me interesan. Y también la materia que prefiero.

Por casualidad: ¿has reconocido mi materia?

Ahora que me río con esto último, me imagino que he creado una nueva forma de acercamiento. En lugar de decir: “¿estudias o trabajas?”, se podría decir: “¿te suena mi materia?”