De todos estos rincones que he visitado he realizado bonitas fotografías, incluso he querido plasmar algunos detalles, sin olvidar momentos de ilusión de los preparativos. Me gusta hacer fotografías para ilustrar el blog, de esta manera queda probado el viaje o visita ante las mentes más incrédulas.
La verdad es que esta historia me empieza a parecer un poco extraña. Tengo la sensación de haberla vivido antes o haber vivido algo parecido, es como si estuviera experimentando un déjà vu —del francés ‘ya visto’ —. ¿Será que anteriormente ya he estado aquí y he vivido todas estas sensaciones?
¡Oh no¡ por favor… me temo que ya tengo una explicación para todo esto y sé lo que ocurre. Estoy soñando y el déjà vu me ha inducido un sueño lúcido de esos en los que el soñador se da cuenta de que está soñando. Hace años padecía frecuentemente este tipo de sueños, fenómeno que era utilizado por mi parte para soñar lo que “me apetecía…”¿A qué será debido ahora?
Aunque estoy dormido, paulatinamente voy tomando consciencia del espejismo de historia que he vivido y de la realidad que está ahí fuera —cuando me despierte encharcado en sudor—.
¿Será todo debido a que llevo dos semanas montando muebles de IKEA? —multinacional sueca —, rodeado de tableros, láminas y encastres, todos de madera; y además, el calorcito que nos ha caído —queda constancia, en la siguiente fotografía, de la temperatura que hacía el otro día a la sombra, en grados centígrados y no Fahrenheit, cuando volvía de Mercadona e iba a continuar montando muebles de IKEA—.
¡Hasta la hora que se me ocurrió visitarles y caer en sus redes de “resultones y baratitos”! Claro que son baratitos, si te los traes tú a tu casa o pagas el transporte aparte, y luego además, se ahorran el montaje que para eso ya estás tú, en este caso yo. Me lo tengo merecido porque además he sido reincidente comprando en varias tiendas: Murcia, Sevilla y Alcorcón. En todos los casos he comido albóndigas suecas con guarnición de arándanos silvestres que dan de menú en el restaurante sueco y además he probado las galletas de jengibre de la tienda sueca.
¡Oh cruel realidad! siempre superas a la ficción.
Ahora lo veo claro: HEMNES, LEKSVIK y STRANDA son los nombres de los diseños de algunos muebles de dormitorio de niños y de adultos, y HÖLLVIKEN, ASPSKÄR y FLAREN son de los cuartos de baño. Estos nombres no lo son de bellos rincones sino que lucirán bellos en los rincones de la casa a la que nos vamos a mudar de forma inminente. Posiblemente, cuando despierte, el camión de mudanzas estará esperando en la puerta.
No quiero que finalice el sueño porque al despertar comenzará la pesadilla.
Podría despertar ahora y terminar aquí la historia, pero ya que tengo un sueño lúcido voy a aprovecharlo. Me haré el sueco y seguiré soñando lo que me apetezca…