Este año, se nota que
mis peques ya no son tan peques. Anteriormente colocaban dos bolas y
consideraban que ya habían montado los árboles. Hoy han sido unos campeones y
lo hemos hecho todo en un periquete entre los cuatro.
Me preocupa bastante el
hecho de que este año tenemos chimenea y no sé cómo se las van a apañar los
Reyes para bajar por ella los regalos. Jajjaj. ¡Anda! ¡Si aún queda montar el
Belén! Jajajja.
Este rito me recuerda cada año: que hemos vivido otro
año más. Y se convierte en un pequeño mágico momento familiar, rodeado de
calorcito humano, calorcito físico, trabajo en equipo, luces, adornos y música
de Mariah Carey.