sábado, 4 de junio de 2011

FUKUSHIMA NO. ENERGÍA NUCLEAR (por ahora) SÍ.

Sería insensible no darle al terremoto de Japón toda la importancia que su dimensión requiere. Dimensión adquirida por haber acallado alrededor de treinta mil voces en pocos minutos. El mundo no ha observado la magnitud de la catástrofe dado que el pueblo japonés es muy respetuoso con el dolor de las victimas y sus familiares. Los medios de comunicación europeos y especialmente los españoles, esta vez, no han tenido demasiadas imágenes que servirnos repetidas hasta la saciedad, como nos tienen acostumbrados, haciéndonos consumidores de noticias sobre catástrofes. Hace poco, he escuchado una entrevista a la pianista japonesa Mine Kawakami, afincada en Córdoba . Ella hablaba del terremoto y de sus amigos perdidos con un dolor contenido y sobre todo haciendo incapié en los errores que se habían cometido y de los cuales, deberían aprender: ese era el mensaje último.



Plataforma Solar de Tabernas. Año 2010.
¿Cómo es posible que yo, Coordinador del Programa Kiotoeduca del centro en el que trabajo, esté a favor (en principio) de la energía nuclear y más aún, después de lo que ha ocurrido en Japón? No conozco a ninguna persona de las que me rodea y que esté relacionada con la generación de energía, que no esté a favor de la energía nuclear. Lo demás son demagogias. Acaso la ciudadanía está dispuesta a no encender el aire acondicionado este verano en su casa o en el trabajo. O a reducir el número de aparatos eléctricos y electrónicos de la casa. Y a prescindir de la secadora, el lavavajillas e incluso la lavadora. La respuesta es NO. ¿Entonces?
Central Eólica de Enix. Año 2008.
Luego está la actitud de pedir más energías renovables: me parece perfecto, pero para eso, se debería hablar de desarrollo sostenible y no sólo de crecimiento. En ese caso, se deben crear políticas coherentes y que salpiquen todos los ámbitos de la sociedad. En definitiva: ¿quién le pone el cascabel al gato? Y más teniendo en cuenta que todo finalmente lo paga el contribuyente y en última instancia los contribuyentes son votos.
Por qué digo que nucleares sí, por ahora. En España, la energía nuclear (limpia si no hay accidentes y muy barata) supone un 20 % del total. Eso para muchas personas puede parecer poco e incluso prescindible. Lo que ocurre es que estas centrales son del tipo denominado de base. Es decir, son las que funcionan siempre, junto a algunas centrales térmicas y de ciclo combinado. Son los cimientos del gran edificio formado por REE (Red Eléctrica Española). Dentro de las centrales intermedias y de pico es donde tenemos situadas las energías renovables.
No podemos en principio depender absolutamente de las renovables, dado que siempre no hace viento o sol. Y sobre todo, no se han hecho las inversiones necesarias para que eso ocurra, simplemente debido a la inviabilidad económica y de espacio requeridos, al menos hasta el momento.
Pese a mi inicial apoyo a la energía nuclear, quiero compartir la emoción que he sentido el pasado año al visitar la Central Térmica de Carboneras, hacia el mes de marzo. Los técnicos, apesadumbrados por temor a perder sus puestos de trabajo, nos contaban que la central llevaba casi un mes parada debido a que las centrales eólicas y solares, junto a las centrales hidroeléctricas estaban produciendo un 52 % de la totalidad del requerimiento de energía del país. Debido a esto habían parado muchas centrales de las que consumen recursos y además contaminan. Ese año pasado el invierno fue lluvioso e inclemente, por lo que fue un buen momento para las renovables. De todas formas, las nucleares estaban ahí, dando su fiabilidad, bajo coste y emisiones de CO2 nulas.
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Grupo generador de 550 MW (no se aprecia pero es de color rosa).
Central Térmica de Carboneras. Año 2008.
Unos días atrás ha sido noticia Ángela Merker al hablar de prescindir en Alemania de la energía nuclear dentro de 11 años. No recuerdo una apuesta energética tan fuerte. Esto será posible si toda la política energética se vuelca en apoyar las renovables. Sin embargo, es posible que no sea suficiente si no se crean nuevas fuentes de energía y que éstas no procedan de recursos del planeta.
¿Cómo es posible esta última idea? Voy a hacer alusión al físico Steven Cowley, uno de lo muchos investigadores en lo referente a la generación de energía mediante la reproducción de la energía nuclear (no radioactiva) que simula un pequeño sol. Sus palabras nos iluminan:
"En el futuro obtendremos energía a partir del conocimiento".
Estas palabras nos alientan a crear en nuestro alumnado el germen que genere en ellos y ellas la necesidad de investigar e innovar. Está claro que no hay otro camino.

1 comentario:

Mike Own - Miami Beach dijo...

This is perfect as sustainable energy to reach Spain from Usa