Han
pasado veinte años desde que estuve allí la primera vez.
La
ciudad ha cambiado muchísimo. Las gentes que allí habitan también y sobre todo
yo.
Físicamente es evidente, pero sobre todo mentalmente: el tiempo nos
transforma, tanto lo vivido, como lo no vivido.
¡Bueno! ¡Sí! Hace veinte años me gustó...
No hay comentarios:
Publicar un comentario