jueves, 8 de enero de 2009

¿QUIÉN ES QUIÉN?


¿Se puede resumir en tres escuetas pistas una vida... una persona?


Pista del pasado:

Seis días antes de que yo naciera, Amstron dijo: «un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad». Y cuando me enteré de que me había perdido esa retransmisión en directo para todo el planeta, me enfadé un poco. Así que para desterrar el enfado, decidí ser "un hombre feliz" a partir de ese momento. «El hombre-masa es el hombre que carece de proyectos y va a la deriva». Ortega y Gasset. La rebelión de las masas, 1929.


Ya tengo el proyecto, vamos a ver cómo llevarlo a término.


Pista del presente:

Y para ser un hombre (me refiero a pertenecer a la especie humana), decidí ser técnico teniendo en cuenta de nuevo las afirmaciones de Ortega, «sin la técnica, el hombre no existiría ni habría existido nunca». Ensimismamiento y alteración. Meditación de la técnica, 1939.


Ya soy hombre (de especie humana, ya lo sabes), pero me falta comprender a los demás hombres, y parafraseando también a Ortega: los objetos los podemos estudiar de forma objetiva (para eso ya tengo la técnica y la ciencia), pero los sujetos como sujetos que son, los debemos estudiar de forma subjetiva. Y ahí me encuentro intentando comprender de forma subjetiva a todo el mundo.

Y como al ser técnico, ya me considero hombre (hombre de especie humana, que seguís pensado otras cosas) y comprendo a los demás hombres estudiándolos de forma subjetiva; sólo me queda resolver el pequeño detalle que debería acompañar al sustantivo hombre: feliz.


Y qué mejor que aplicar una fórmula, de esas que me gustan a mí: una fórmula que haga científica la expresión de una emoción. Para ello, me he ayudado de los amigos sabios de Punset. Aquí tenemos la fórmula de la felicidad a seguir:


«F = E ( B + M + P ) / ( C + R )»


La felicidad es igual a la emoción multiplicada por (Disfrute de la búsqueda+Mantenimiento y atención a las cosas pequeñas+Relaciones personales)

y todo ello dividido por(los factores reductores que son (la ausencia de desaprendizaje y miedo )+ la carga heredada (estrés imaginado, desgaste, abuso de poder político)) .

Edurardo Punset. Viaje a la Felicidad. 2007.


De lo que llevamos, en resumen: hombre-técnico que busca la felicidad en la sala de espera de la felicidad, intentando comprender a todo el mundo.


Pista del futuro:

Hasta aquí la teoría, y como «se hace camino al andar» Antonio Machado, falta la práctica, y para ello, siempre me han acompañado unos cuantos latinajos:

«Labor Omnia Vincit» Proverbio latino.

Que con la condescendencia de los profesionales de Cultura Clásica, prefiero darles una traducción más actual: «La acción siempre vence a la inacción". No sé quién dijo esto, pero seguro que era persona inquieta.

En definitiva: «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo». Ortega y Gasset. Meditaciones del Quijote, 1914.



P.D.: toda esta creación, por ser mi visión de mi YO, puede no valer nada según los estudios de las últimas tendencias de la psicología, que dicen que «el YO no existe, sino el TÚ». Es decir, «YO no soy nada sin el TÚ que me miras». Un psicólogo poeta.


Veamos si coinciden en algo mi visión de mi YO, con la visión que TÚ tienes de mi YO, y tras todo este trabalenguas averiguas quién soy.

martes, 25 de noviembre de 2008

TRES CARTAS DE AMOR A UNA MUJER

Querida compañera:

He querido escribirte para contarte, por fin, mis sentimientos. Pasamos muchas horas uno junto al otro, en este trabajo, y siempre hemos guardado una amistosa distancia entre nosotros.

Ya no soporto mi secreto: siempre te he querido y no lo voy a callar más.

Desde que te conozco he sentido amor por ti. Y desde que lo siento, lo tengo escondido, no sé si es debido al respeto a la familia que has formado o por el miedo a perder tu amistad. Y así se habría consumido el tiempo, todo mi tiempo. Para mí habría sido suficiente con disfrutar de tus gestos y tu presencia, de tu voz; del aire que a tu paso mueves y que regala una caricia a mi piel.

En lo profundo me pregunto: ¿dónde estuvo ese punto de inflexión que cambió tu vida, en algo o en mucho? No dejo de reprocharme, no poder recordar, en qué momento dejaste de ser aquella mujer.

Qué sostenida situación ha sido tan ruin y traicionera, que con el sigilo de un hábil ladrón ha robado tu alegría. Y el brillo de tu mirada hace tiempo que se apagó y también el de tu sonrisa y con ellas, tus anhelos de vivir, de estudiar, de avanzar…

Y aún con todas estas escondidas desdichas, tu belleza ha sabido capotear el paso de estos años, tan sólo ataviada con el brillo natural de tus labios.

Qué sensación más amarga, pensar que ha sido tu tristeza la que me ha hecho valiente para, por fin, escribirte. Y he dudado, he creído, incluso he sospechado, hasta sin que te dieras cuenta te he examinado. Como si necesitase una señal, disimulada por un cuello alto en la ropa o un oscuro cristal. Doy gracias por no haberla encontrado. Pero, ¡ay, si la hubiera encontrado!, ¡ay si tú me hubieras contado!

Quiero verte feliz y por eso ya no callo. Ya no me importa perder tu amistad si estas palabras te llegasen a molestar. No me importa perderte, si con ello contribuyo a que tú te encuentres.

Y me pregunto hoy con ira, por qué no he sido capaz de escuchar antes lo que tu mirada, sin tú querer, me decía. Y porque me lo pregunto con desprecio, no soporto un día más sin ofrecerte mi mano, mi voz y mi aliento; mi vida entera te tiendo.

Arma tu valor y déjame acompañarte hasta donde tú quieras llegar.


Querida esposa:

Me he visto obligado a escribirte para explicarte mis pensamientos puesto que, cada vez hay menos diálogo entre nosotros, en todos los sentidos.

Te escribo para pedirte perdón. Sabes que no volverá a ocurrir. Sabes que estoy cambiando. Que me cuesta, pero estoy cambiado.

Tú sabes que te quiero.

Sabes que te quiero. Sí… a mi manera, pero te quiero y mucho. No puede haber nadie que te quiera más que yo.

Te aseguro que no volverá a ocurrir. Pero también te pido que tú pongas un poco de tu parte. Tú sabes que hay algunas cosas que me molestan. Y si tú me quisieras como yo a ti, para evitarme sufrimiento no las harías.

Y lo haces, eso de verte con esa amiga tuya. O pintarte tanto para ir a trabajar; a saber lo que se les pasará por la cabeza a tus compañeros cuando te vean aparecer así. Sin contar con la tontería esa de querer estudiar, a tu edad. La mayor parte de las veces son pequeños detalles. Son detalles que me ponen un poco nervioso, pero sabes que estoy cambiando. Aunque necesito que tú pongas un poco de tu parte.

Yo siempre lo he hecho todo por ti y por los niños. Y haré cualquier cosa para que nuestra familia no se rompa. Sabes que soy feliz pensando que siempre estaremos juntos y nada, ni nadie, se interpondrá entre nosotros.

Todos estos años juntos, no han servido para que yo te haya hecho entender lo que siento por ti.

Recuérdalo en todo momento: te necesito, te quiero.



Querida mamá:

Como sé que te gusta, como siempre, te cuento mis cosas y las de la hermana.

Hoy, en el colegio, me he divertido.

La maestra ha contado un cuento de un niño y su mamá. Los dos jugaban en la nieve en invierno, y en la playa en verano.

Me he acordado mucho de ti.

Me he reído mucho. Pero también he llorado un poco. Se me ha pasado cuando la maestra me ha abrazado.

La hermana, ya sabes, ahora siempre, habla poco.

En el colegio me gusta mucho el recreo y plástica.

Pero también, tengo que contarte algo más…

Me da un poco de vergüenza contarte una cosa que ha pasado hoy.

Como entre nosotros no hay secretos, te quiero contar que esta tarde he tenido un problema aquí, en el hogar escuela.

Mi educador me ha castigado porque no me he portado bien.

Ya lo sé. Sé que no se empuja, ni se grita, ni se pega.

Yo lo sé. Yo sé que no me he portado bien.

Pero… ¿qué otra cosa podía hacer?

Perdóname mamá. Ya no lo haré más.

Mañana te escribo de nuevo.

Mamá, te queremos. La hermana y yo te enviamos un beso.

¡Ah, se me olvidaba! Dale un beso a la abuela, allí donde tú estás: en el cielo.

jueves, 16 de octubre de 2008

AMSTERDAM: DE SEPIA A COLOR



Como siempre, hago muchas fotos, decenas, más bien cientos. Y algunas de ellas han sido en sepia. Las contemplo y mi percepción temporal se trastoca. Podrían ser fotografías tomadas hace muchos años.


Lo tengo claro: la esencia de esta ciudad es tan fuerte que la dimensión espacio ha obviado la dimensión tiempo.


Me fijo en las gentes que pasean, montan en bicicleta,

compran, conversan, o junto a un canal permanecen

sentadas en terrazas tomando café o té, ríen, se cuentan confidencias al oído…


Pero como siempre, mi mente no se queda ahí.

Mi mente ve a los que por allí pasaron y vivieron: en el reflejo del agua del canal veo a las familias que

abandonan su hogar empujadas de forma irascible.


Los veo, veo la desesperanza en los ojos de esos padres que miran hacia atrás, por la calle que vio crecer a los hijos que acompañan. No saben realmente lo que

les ocurrirá, pero un grave presentimiento les hunde el alma.

Veo el reflejo de una maleta, de un

sombrero, de abrigos largos y

pañuelitos en la cabeza. No hay música, ni siquiera de tristes violines que acompañan al violonchelo, tan sólo sollozos y abandono.

El dolor, cuando es intenso, puede crear una excepción espacio-temporal en la materia: y por eso los veo: su presencia está allí.

No hemos entrado en la casa museo de Anne Frank: no

necesito ver fotografías, ni que nadie me recuerde la historia, porque mi mente los ha visto al volver cada esquina, en el reflejo de cada ventana.


Y aunque Anne Frank perdió la batalla de la vida en el campo de Bergen-Belsen junto a su hermana Margot, ganó la guerra a los intolerantes. Ganó la guerra a los que acallaron su pluma extinguiendo su corta vida, porque después de todo se cumplió su deseo: ser escritora.


Un escritor no se considera como tal hasta que no se publica su obra. El diario de Anne Frank se ha publicado en más de sesenta idiomas y lo más importante: es

libro de texto en enseñanza secundaria en muchos

países. Es un registro vivo de los

sentimientos hacia el

horror.


Y sonrío junto a la casa de

Anne Frank. Aquí ya no cabe

más tristeza. La única manera de tapar ese agujero espacio temporal es la de equilibrarlo con mucho amor y alegría.


Por todo esto pienso que, a Ámsterdam hay que ir a

amar,

a amarse. A disfrutar de los rincones, las

esquinas, las fachadas, del intenso color amarillento de

sus árboles en otoño o de sus tulipanes en los balcones en

primavera. Hay que ir a ser tolerante y a ser tolerado.


El barrio Rojo es una demostración de la idea “ser tolerante y ser tolerado".


A lo largo de los años voy encontrando diferentes

definiciones del concepto de felicidad. Y suelen ser

definiciones que se pierden en el tiempo.


Aquí he encontrado otra. Felicidad es un efímero

sentimiento producido al brindar "por nosotros", en Ámsterdam, con una cerveza Heinequen y frente a una interesante y bella mujer.




jueves, 7 de agosto de 2008

MOLÉCULAS DE FELICIDAD


En Mallorca, en un paraíso perdido llamado Sa Punta: ha sido al observar uno de los atardeceres posiblemente más bonitos del Mediterráneo, cuando aconteció que:

En la superficie del mar había una molécula de oxígeno disociada en el agua que iba a ser respirada por un pez. En ese momento, una gaviota ha intentado comerse al pez y aunque no lo ha conseguido, sus alas han salpicado el agua que al leve contacto con el aire, en pleno proceso de vaporización, ha liberado esa molécula de oxígeno que el viento se ha encargado de traerme a mí. Y la he respirado. Ha llegado a los alveolos de mis pulmones y ha pasado a mi flujo sanguíneo. Hace un instante, transportada por un glóbulo rojo, ha pasado a gran velocidad por mi ventrículo izquierdo que con un gran impulso la he enviado a alimentar las células de los tejidos de mi cerebro, que como siempre, intenta deshacerse de todo lo que no le interesa y le ha soltado a un nuevo glóbulo, en su recorrido venoso, una modificación de oxígeno con un poquito de carbono (CO2). De vuelta a los pulmones, y unos instantes después, este gas se ha liberado en una relajante exhalación.
El viento, viajero en el espacio y el tiempo se la lleva hasta el grupo de algas que da vida a esta playa , y en el proceso básico para la vida en este planeta, le han quitado el Carbono y han liberado tan sólo el Oxígeno.

Ya es libre otra vez.

Es libre desde hace mucho tiempo. Esta molécula de oxígeno fue respirada por hombres neolíticos, talayóticos, romanos, vándalos, bizantinos, omeyas, almorávides, almohades, cristianos catalanes y aragoneses, mallorquines y turistas, y hoy por mí.

En este momento ha confluido mi visión de esta costa, el olor del mar, el sonido de la risa feliz de mis hijos que juegan entre sí y con sus primeros y efímeros amiguitos de verano. He tenido la misma visión que todos los que por aquí han pasado: he sentido el equilibrio de los elementos. Me he sentido parte del Universo. Sabemos que somos parte de él, pero miramos y estudiamos al Universo como si fuera algo ajeno a nosotros. Como el que se toca la otra mano sin querer darse cuenta de que es el mismo cuerpo.

Me he dado cuenta de que a veces la felicidad puede no tener nada que ver con la alegría y la sonrisa. Sino que puede ser un estado de placidez obtenido al sentirse en equilibrio con los elementos de la naturaleza que nos rodean.

Por la noche no he podido evitar salir a contemplar el firmamento. Y acompañado por el suave sonido de las olas he dibujado con mi mente las constelaciones.



Casiopea, Osa Mayor y Boyero.

miércoles, 21 de mayo de 2008

MANOLO ¡VEN, TE ESTAMOS ESPERANDO!

Amigo Manolo:

Recordarás que hace un mes y pico me dijiste que habías entrado a este blog con tus alumnos y me preguntabas si me importaba. A lo que te contesté que era un honor y que incluso haría alguna entrada para que ellos participaran. Pero claro, ya sabemos que no soy tan eficiente como tú y la entrada se ha demorado, ¡me cachis!, hasta hoy.

Esta entrada mía no es muy extensa porque tiene que dejar espacio para muchas voces. Las voces de esa multitud de personas, que te queremos y te admiramos, porque como un rey midas, nos has tocado con tu trato y nos has impregnado con una parte de tu halo.


Sabemos que ahora mismo vienes por esa carretera que tanto te gusta. Sí, esa estrechita que une Tahal y Almería. Paralelo a la línea continua acabas de coronar el Collado García, ya ves el mar a lo lejos y has comenzado la bajada hacia aquí. Tu fuerte corazón bombea con la fuerza que da sentir la libertad entre tus manos y en tu ordenada mente tan sólo: Alma, Marta y Álvaro.


Sabemos también que aunque conoces a la perfección ese camino, estás algo despistado y por eso todos te llamamos:

¡Amigo Manolo! Ven. Es por aquí. Te seguimos esperando.

miércoles, 2 de abril de 2008

EL SABOR DE UN BESO

Hace unos días nos informaron en los medios de comunicación del cambio de estación. Y la verdad es que yo había cambiado de estación como el que pasa las páginas finales de un periódico. A los pocos días se ha adelantado el reloj como consecuencia del aumento del número de horas de luz. Incluso a principios de febrero comentábamos algunos compañeros que los jardines del instituto estaban repletos de flores y de orugas: para ellos ya había llegado la primavera. Todo esto había pasado por mi mente sin llamar un ápice mi atención. Pero ayer, caminando hacia la biblioteca del Campus, ensimismado en mis pensamientos, sin avisar, vi sorprendidos mis sentidos por un sinfin de sensaciones. De pronto me he sentido rodeado de vida: los jóvenes alumnos y alumnas sentados, tumbados, abrazados de forma furtiva unos y descaradamente otros, ríen, se besan, escriben en sus ordenadores portátiles, leen, conversan, navegan, esperan, disfrutan… Los jardines están inundados de floridas plantas entre las que destacan enormes flores de uña de león que dan pinceladas cargadas de color. La brisa mueve con elegante vaivén las hojas de los árboles y las finas hierbas. La temperatura, que no el aire, acaricia la piel. Tantos recuerdos vienen a mi mente. Para mí, este es el momento más especial del año. Y cuando digo momento, me refiero a estos precisos segundos que no se volverán a repetir hasta el próximo año. Este momento en el que disfruto del instante presente y mi mente se inunda de recuerdos de sensaciones que me llegan de dieciocho o veinte años atrás. Sensaciones que se repiten año tras año y que me hacen feliz. Es difícil explicar con palabras la explosión de los sentidos en primavera:

La imagen de tu sonrisa.

El sonido del elegante balanceo de la hierba.

El olor de las flores.

El tacto de una caricia.

El sabor de un beso.



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martes, 8 de enero de 2008

AGUA AZUL

Me gusta salir al campo con ellos. Me gusta emborracharlos de vivencias positivas. Me gusta ver cómo se divierten rodeados de algo de naturaleza. Y sobre todo me gusta observar cómo digieren rápidamente las nuevas situaciones, como si llevaran toda la vida viendo mariposas, orugas o un bosque… Se adaptan rápidamente a todo, a todo lo bueno, a la tecnología y también a la Naturaleza. Y digo a todo lo bueno porque con tan sólo año y medio Pablo, y tres años y medio Diego, ya saben lo que quieren encontrarse cuando salen de la ciudad, y sin que nadie les haya soltado ningún rollo ecologista: tienen muy claro cómo quieren que sea el mundo que van a heredar.


Les llevo por los parajes por los que yo de pequeño y especialmente de adolescente he correteado y explorado. El cambio climático global y el descuido diario del hombre cercano han hecho que se pueda jugar al “antes... y después...” en tan sólo veinte años. La llanura frente a La Garza, antaño en primavera repleta de pequeñas lagunas rebosantes de renacuajos de los que se alimentaban cientos de aves la falta de lluvia ha hecho desaparecer las lagunas, del resto se encarga una urbanización que acabará devorando el paisaje—. El Embalse de Guadalén, cuyas compuertas, algunos años atrás se veían obligados a abrir casi todos los inviernos, en los últimos diez años ha visto rebajada practicamente a la mitad su producción hidroeléctrica. Cerca del embalse, un pueblo del mismo nombre. Uno de esos pueblos que en los años cincuenta el Instituto Nacional de Colonización fue fundando por toda España. Éste, tiene aún un nido de cigüeñas en el campanario de su plaza central, veremos por cuánto tiempo sigue siendo el nido, de este tipo, más grande de Andalucía. En Vadollano, el río Guarrizas discurre bajo los puentes romanos del Piélago, del siglo III a.d.c.. Recuerdo cómo bajaba el agua cuando yo tenía diecisiete años: abundante y furiosa entre grandes bloques graníticos. Se veían los peces en el fondo cuando mirábamos desde el puente. Alguna vez incluso llegamos a bañarnos ahora nos sorprende la visión de numerosas palomas muertas, atrapadas en el fango del lecho del río, que tiene menos de cinco centímetros de agua en muchas zonas. Y en cuanto al embalse, donde estaban “las colas” denominadas así por parecerse a la playa donde se refrescaban los bañistas, en la actualidad a muchos metros ya del agua, las alambradas limitan el paso hacia los cultivos de olivos, omnipresentes como en cualquier rincón de la provincia.


Llegamos al embalse y me pregunta Diego que dónde están los mapaches, los conejos, las ardillas y los cervatillos y por qué está el suelo lleno de cristales, plásticos y basura. De todo, lo que más les llama la atención es el color de la poca agua que queda contenida por la presa.


Exclama:

—¡El agua es “brown”!marrón en español —.


Los parajes naturales, los campos y los ríos en los que yo disfrutaba de pequeño, han cambiado bastante. Ellos no los conocieron por entonces, sin embargo miran extrañados y piensan que algo falla a su alrededor. Los pequeños ven a su corta edad lo que eminentes políticos, economistas y demás, no han querido ver durante décadas.


Quienes me conecen bien sabe que soy una persona extraordinariamente optimista. He decidido hacerles una fotocomposición con Adobe Photoshop®, para que cuando sean mayores tengan el recuerdo de lo que ya querían desde muy pequeños. Además con esto, voy practicando con mis hijos, para cuando tenga nietos poderles componer un mundo, para entonces de ensueño, pero que algún día existió.


Como yo quería llevármelos de allí, para que no se cortasen con los cristales, les animaba para ir a ver el río, diciéndoles:


¡Venga! ¿Queréis que vayamos a otro sitio donde también hay agua?

A lo que Diego me responde:

Sí papá, agua azul.

jueves, 6 de septiembre de 2007

SÍNDROME POSTVACACIONAL

He recibido un correo electrónico de una compañera del cibergrupi en el que me comenta su malestar de ánimo por la finalización de las vacaciones. Y se me ha ocurrido contestarle, haciendo extensiva la respuesta a los demás, por si alguien más se encuentra en la misma situación. Así que…

Estimada amiga y/o estimado amigo:

Aunque no soy la persona más adecuada para hablarte de este tema, empezaremos por la teoría.

En principio no te preocupes por tu mal, ya que la depresión postvacacional, como depresión exógena y “post” que es, desaparece cuando se esfuma la causa que la ha originado. Y para eso, lo mejor es ponerse manos a la obra lo antes posible y adentrarse en los pormenores del trabajo rápidamente.

Los humanos somos cíclicos en nuestro comportamiento. Necesitamos ritmos repetitivos como el circadiano, semanal, mensual, anual e incluso el electoral. Nuestro comportamiento es como el de un Vals, dos tiempos lentos por cada fuerte. Es decir, por cada varios momentos malos tenemos uno bueno. Por ello, no te obceques en subir el volumen cuando parece que el tiempo lento es tan bajito que aparenta incluso que ha terminado la pieza, porque cuando menos te los esperes, aparece el tiempo fuerte sorprendiéndote gratamente.

Además, piensa que por fin te vas a librar de esos consejos que has estado escuchando incesantemente todo el verano, como:

- Para hidratarte bebe agua.

- No hagas ejercicio después de comer, bajo el sol y a más de 40ºC.

- Para tomar el sol ponte crema protectora con filtro solar.

- Etc…

Consejos que siempre da algún experto como si fuese una novedad e incluso, con la misma rotundidad como si esta persona hubiera desarrollado, por fin, la fusión fría, salvando así a la Humanidad del colapso energético.

Así que olvídate de todo y ármate de valor, monta en tu vehículo, pon en el reproductor a todo volumen el tercer acto de la ópera “La valquiria” conocido como “La cabalgata de las valquirias” de Richard Wagner y según sea dónde te encuentres, galopa junto al oscuro y bello Mar Mediterráneo, o al mar de olivos de oleaje verde y plata y dirígete con alegría al puesto de trabajo.

Aunque ahora que lo pienso…Hace unos días terminó la Feria de Linares, finalización que recuerdo desde siempre como coincidente con el fin de las vacaciones, además, estos días estamos comprando el material escolar para nuestros hijos como antaño nuestros padres hacían con nosotros. Y mirando, mirando al cielo estrellado de las seis de la madrugada que son: se comienza a vislumbrar a estas horas, ya, la constelación de Orión, constelación puramente de invierno. No sé… me estoy empezando a sentir raro, triste, deprimido. Con el ánimo tan alto que había empezado este escrito. Tendré que volver a los consejos, para ver si me surten efecto a mí.

Los romanos, que de diversión sabían bastante, también sabían volver al trabajo y enarbolaban la expresión:labor omnia vincit (el trabajo todo lo puede).

¿Y estos latinajos a qué vienen ahora? ¿Será que me está ocurriendo lo mismo que a la niña de la película “El Exorcista”? Que presentaba como síntomas de posesión demoníaca: hablar en latín y otras lenguas muertas, en diferentes idiomas no conocidos por ella e incluso al revés, es decir, de atrás hacia delante. Porque lo que a ella realmente le ocurrió no tenía nada que ver con diablos y tinieblas, sino que la verdadera historia fue tan simple como que le dijeron que las vacaciones se acababan y el síndrome postvacacional se apoderó de ella.

Antes de que a mí me ocurra algo parecido te deseo:

Feliz retorno al trabajo

Happy return to the work (inglés)

Retour heureux au travail (francés)

Ritorno felice al lavoro (italiano)

Lycklig retur till arbetet (sueco)

Retorno feliz ao trabalho (portugués)

Glückliche Rückkehr zur Arbeit (alemán)

Gelukkige terugkeer naar het werk (holandés)

счастливое возвращение к работе (ruso)

(árabe)عودة سعيدة إلى العمل

ευτυχής επιστροφή στην εργασία (griego)

仕事への幸せなリターン (japonés)

일에 행복한 반환 (coreano)

愉快的回歸到工作 (chino)

Feliç volta al treball (catalán)

Visto este último fenómeno políglota, creo que ya sólo me falta hablar al revés.

¡orrocoS!

¡eduya em neiugla éuQ!

.lanoicacavtsop emordnís le rop odíesop odis eh etnemavitinifeD

.odulas nU

anetaC sotraM ogeiD

domingo, 12 de agosto de 2007

"VACACIONES SUECAS"

Este verano por fin he podido contemplar algo que deseaba desde hace mucho tiempo: el Sol de Media Noche desde el Círculo Polar Ártico. Durante el solsticio de verano el sol te acompaña durante las veinticuatro horas que dura el día, es parecido a una puesta de sol permanente. No quiero imaginar lo duro que se puede hacer el otro solsticio, el de invierno, durante el cual, el mismo sol no aparece en todo el día. Para esta experiencia he elegido Suecia. Grandes superficies de terreno repletas de coníferas y abedules, bajo los cuales, habita una fauna salvaje y discreta cuyos sonidos se oyen en la lejanía. El aire puro embriaga mis pulmones mientras el olor a madera recién cortada aviva mi sentido del olfato. Qué fresquito hace: la temperatura que aquí miden en grados Fahrenheit es de 46,5 º F —que equivale a 8,05 º C, centígrados o Celsius—. Después del desayuno acompañado de galletas de jengibre, he salido a dar un paseo rodeado de arbustos de arándanos silvestres cuyo sabor me recuerda los guisos que he probado en los últimos lugares que he visitado: HEMNES, LEKSVIK, STRANDA, HÖLLVIKEN, ASPSKÄR, FLAREN, entre otros…


De todos estos rincones que he visitado he realizado bonitas fotografías, incluso he querido plasmar algunos detalles, sin olvidar momentos de ilusión de los preparativos. Me gusta hacer fotografías para ilustrar el blog, de esta manera queda probado el viaje o visita ante las mentes más incrédulas.



La verdad es que esta historia me empieza a parecer un poco extraña. Tengo la sensación de haberla vivido antes o haber vivido algo parecido, es como si estuviera experimentando un déjà vudel francés ‘ya visto’ —. ¿Será que anteriormente ya he estado aquí y he vivido todas estas sensaciones?



¡Oh no¡ por favor… me temo que ya tengo una explicación para todo esto y sé lo que ocurre. Estoy soñando y el déjà vu me ha inducido un sueño lúcido de esos en los que el soñador se da cuenta de que está soñando. Hace años padecía frecuentemente este tipo de sueños, fenómeno que era utilizado por mi parte para soñar lo que “me apetecía…”¿A qué será debido ahora?


Aunque estoy dormido, paulatinamente voy tomando consciencia del espejismo de historia que he vivido y de la realidad que está ahí fuera —cuando me despierte encharcado en sudor—.



¿Será todo debido a que llevo dos semanas montando muebles de IKEA? —multinacional sueca —, rodeado de tableros, láminas y encastres, todos de madera; y además, el calorcito que nos ha caído —queda constancia, en la siguiente fotografía, de la temperatura que hacía el otro día a la sombra, en grados centígrados y no Fahrenheit, cuando volvía de Mercadona e iba a continuar montando muebles de IKEA—.



¡Hasta la hora que se me ocurrió visitarles y caer en sus redes de “resultones y baratitos”! Claro que son baratitos, si te los traes tú a tu casa o pagas el transporte aparte, y luego además, se ahorran el montaje que para eso ya estás tú, en este caso yo. Me lo tengo merecido porque además he sido reincidente comprando en varias tiendas: Murcia, Sevilla y Alcorcón. En todos los casos he comido albóndigas suecas con guarnición de arándanos silvestres que dan de menú en el restaurante sueco y además he probado las galletas de jengibre de la tienda sueca.



¡Oh cruel realidad! siempre superas a la ficción.



Ahora lo veo claro: HEMNES, LEKSVIK y STRANDA son los nombres de los diseños de algunos muebles de dormitorio de niños y de adultos, y HÖLLVIKEN, ASPSKÄR y FLAREN son de los cuartos de baño. Estos nombres no lo son de bellos rincones sino que lucirán bellos en los rincones de la casa a la que nos vamos a mudar de forma inminente. Posiblemente, cuando despierte, el camión de mudanzas estará esperando en la puerta.



No quiero que finalice el sueño porque al despertar comenzará la pesadilla.



Podría despertar ahora y terminar aquí la historia, pero ya que tengo un sueño lúcido voy a aprovecharlo. Me haré el sueco y seguiré soñando lo que me apetezca…

martes, 22 de mayo de 2007

SU PRIMER GRAN VIAJE

Recuerdo mi primer gran viaje. Con seis años recién cumplidos mis padres me acompañaron para cruzar en barco el Estrecho de Gibraltar con destino a Ceuta. Una gran hazaña: viajaba a otro continente. En mi mente hay supuestamente almacenadas algunas imágenes, especialmente del trayecto en barco y del mar. Fue bonito no sólo porque era el primer gran viaje que yo realizaba, sino porque también fue el último que mi abuela habría realizado, a la edad de setenta y tres años finalmente había hecho realidad el sueño de conocer el mar, todo esto unos meses antes de morir. Aún hoy me pregunto cómo se puede vivir toda una vida sin haber visto el mar. Los grandes primeros viajes de mi padre o de mi abuelo fueron aún de mucha menor envergadura que el del Estrecho.


Los tiempos han cambiado. Hace pocos días y siguiendo la encomiable labor de intentar que nuestros hijos sean una versión mejorada de sus padres, hemos realizado el que será el primer gran viaje de nuestro hijo mayor. Aún no cuenta con tres años, aunque él mantenga desde los dos que tiene “teés”.

Su viaje iniciático podría haber sido diferente, pero entonces no habría sido tan especial: Venezia.

Especial ha sido su primer vuelo en avión, su primer trayecto en barco taxi, su primera línea de barco bus. También recuerda los canales a los que llama “pissina”, los cientos de palomas junto a él en la Piazza di San Marco, las velitas de la Basílica e incluso las palomas que entraban a que les diera de comer en el Mc Donals cercano a la plaza.

Tan especial como la ciudad ha sido el apartamento en el que hemos parado: Dorsoduro 1079.

A media tarde Inma dormía una placentera siesta con el único y relajante sonido del movimiento de las hojas de los árboles. Podría decirse que Diego y yo disfrutábamos del salón. Pasábamos la tarde rodeados de miles de libros, que en el salón como en cualquier otro rincón del apartamento, sus lomos nos llamaban con sugerentes títulos: TIZIANO, CANALETTO, PIERO DE LA FRANCESCA, PIERO CONSAGRA…


El silencio roto por el canto de los pájaros del pequeño bosque que nos rodea, algún sonido lejano del agua del canal y de fondo los sonidos que Diego hace al jugar y a veces sus pasitos sobre la tarima laminada de madera.

BOSCH, MATISSE, PICASSO, STORIA DEL ARTE ITALIANE, HOGARTH…


Enfrente de nosotros, la vidriera semicircular de una pared del crucero de la Iglesia de San Trovaso refleja con ímpetu el atardecer.



HENRY MOORE, ANTONI GAUDÍ, DE CHIRICO, JOAN MIRÓ…

Nos rodean también objetos pasados de moda todos ellos, pero que ocupan su lugar, un lugar ganado con el paso de los años, objetos posiblemente de pequeño valor material pero seguro que gran valor sentimental.

HISTORIA DE VENEZIA, 50 DISEGNI DI PICASSO, BARROCO PIAMONTESE…

Sobre las innumerables estanterías se disponen libros de gran formato, láminas, bellas cajas que contienen no sabemos qué secreto en su interior y que por respeto a la intimidad de quién allí vivió no se me ha ocurrido abrir.



MICHELANGELO ARCHITETTO, CRÍTICA D´ARTE, poesía, mucha poesía…

En ese instante el tiempo se detiene.

Diego juega con el juguete musical que le hemos comprado en el Ponte di Rialto. Es una abeja de madera fabricada por Bortolucchi. Él tira de la cuerda cada vez que la música acaba y me repite cada vez: “mira cómo sube, papá”.

BENEDETTO CROCE – FILOSOFÍA POESÍA STORIA, STORIA UNIVERSAL…

Entre los árboles centenarios del jardín-bosque está presente la torre de la iglesia. Sus campanas comienzan a tocar con la elegancia que el momento requiere. Diego sentado en el suelo, apoyada su espalda y con los brazos en cruz sobre el sofá, mira las campanas, las escucha a media tarde. Ya no necesita hacer sonar su juguete. Él es consciente como yo de que el tiempo se ha parado, de que no quiere que ese instante termine. Junto al sofá, bajo la lámpara de cristal de Murano, observa las campanas, el movimiento de las hojas y una vieja buhardilla de tejadito de visera. No sólo está el sonido, también hay olor. Se mezclan los aromas del Galán de Noche y del Dondiego de Noche y entran por el ventanal, también otros perfumes desconocidos para mí.

STORIA DE LA MÚSICA, STORIA DI VENEZIA, GIACOMETTI, MONET…



Es pequeño para ser consciente de lo que ocurre pero no para sentir y vivir ese momento de felicidad.


IMPRESSIONISMO, FILIPO DE PISIS, CARPACCIO, TINTORETTO…

Seguimos rodeados de Arte, algún grabado al aguatinta y muchas y coloridas acuarelas que junto a la firma indican el año en el que fueron creadas: S Anna, 1944, CAMPLIGI , 54. Todas las obras están fechadas entre 1944 y 1983.

TENDENCES CONTEMPORAINES, HISTOIRE DE LA PINTURE MODERNE…

Un mueblecito contiene discos de vinilo. Entre todos ellos, abunda la música de TCHAIKOVSKY y SCHUBERT, varios PIANO CONCERTO. Lástima que no esté el tocadiscos.


ANTOLOGÍA DE LA LÍRICA, Clásicos, Clásicos, Clásicos…

Mi mente perdida en el reflejo del cristal del gran ventanal, imagina lo que en otra época PALLUCCHINI ,el dueño del apartamento, pudo sentir al disfrutar de todo el arte que había dispuesto a su alrededor, de su música predilecta que escuchaba mientras su hija jugaba junto al sofá. Imaginaba su amor y dedicación al Arte y a su hija. Pensaba que todo lo vivido allí en otro tiempo no se había perdido, estaba allí contenido. Su hija actualmente mantiene la vivienda tal y como su padre la dejó. No creo que sólo haya heredado el inmueble sino también la apreciación del Arte.

GOETHE OPERE I, GOETHE OPERE II, GAUGIN, ANGELICO, DELACROIX…

Anochece y los aromas se complementan con el canto de una lechuza.

ZURBARÁN, RENOIR, BELOTTO, POUSSIN, LOTTO, L´OPERA COMPLETA DI 104 PINTORES, RINASCIMENTO Y RINASCENZE, TIZIANO Y EL CINQUECENTO…

Cada mañana, Diego despierta muy pronto, con la excitación propia del Día de Reyes. Está deseando bajar a la calle y repite: “vamos a la calle a ver la `pissina´, mamá”.

No me extraña que quisiera bajar: tras caminar por un vial de 60 metros entre los muros con contrafuertes del jardín de la iglesia, encuentra la alegría que da tener un canal en la puerta, una pintora que cada mañana retrata un rincón de la calle, y los alumnos del Liceo Artístico Statale y de las secciones de Filosofia e Teoria delle Scienze y de Italianistica e Filologia Romanza de la Università Ca´Foscari di Venecia que cruzan a las clases situadas en los palacios de enfrente o descansan sobre el césped del Campo de San Trovaso, junto al único taller de construcción de góndolas de la ciudad.










El cerebro cuando no recuerda lo que ha ocurrido en el pasado, inventa e imagina basándose en lo que le han contado. Si Diego en el futuro no recuerda este viaje, su cerebro podrá imaginar tomando como partida 294 fotografías, 62 minutos de vídeo y este relato.

Estamos deseando realizar el primer gran viaje de su hermano Pablo.